domingo, 4 de noviembre de 2007

ALICIA


Te crees tan lejos de Alicia que ya no persigues conejos blancos. No luchas contra la reina de corazones, ni traspasas espejos con tal de pasar a otra realidad. Te sientas en la barra de un bar cualquiera a ver el mundo pasar. Y buscas Robinsón, a tu Viernes. Y tu isla en la barra del bar. Una isla desierta pero poblada de solitarios.
Con sumo cuidado apartas la espuma, ves tu reflejo en el café. Te bebes de un trago. Y vuelves a caer en tu realidad amarga y caliente como el café que esta abrasando tu esófago. Corres, corres, corres; el tiempo apremia. Vuelves a la oficina e imaginas que la cucaracha que te acompaña, puede ser Kafka o tu mismo atrapado en un sueño.