domingo, 20 de enero de 2008

DESCANSA EN PAZ BOBBY FISHER


Todos los que son mis amigos o los que me leen habitualmente, no siempre son los mismos, saben perfectamente que parte de mi patria está en mi propia infancia. Muchos de esos recuerdos florecen como capitales con mucha vida. Urbes infectadas de gentes que deambulan de aquí para allá. Hay ideas que saltan de repente sin yo provocarlo. Surgen como accidentes geográficos.
Ayer tras la ingesta de la comida. Acudí raudo y veloz al baño, para, tranquilamente hacer mis necesidades y de paso repasar la prensa diaria, que es en muchos casos, la fuente de alimentación de muchas historias. Una noticia me llamó especialmente la atención. La foto de un anciano barbudo y con unos ojos verdes, que despedían mucha tristeza, me hicieron reflexionar por un instante. Aquel anciano, que a los 64 años anunciaban que se había ido, no era nada más y nada menos que el famosísimo ajedrecista estadounidense Robert James Fisher, Bobby Fisher para todo el mundo. Aquel adolescente flacucho, ariete usado y utilizado en la guerra fría, se nos ha ido con sus estrategias y sus paranoias sobre todas y cada una de las conspiraciones habidas y por haber. La primera vez que yo oí hablar de Bobby fué a dos compañeros mayores del comedor escolar, ellos irían a sexto de EGB y yo no iría a mas de tercero, que discutían sobre quien era mejor si Fisher o Karpov. No recuerdo como acabó esa discusión, pero era extraño oír esos nombres y no los de Santillana o Butragueño.
Mucho fue el tiempo en el que este hombre fue buscado y rebuscado, por las instituciones de su país de nacimiento. Su fuga y negación a enfrentarte a Karpov, por miedo a la derrota; fue sin duda un jarro de agua fría, a una sociedad tan patriótica e infantil como es la norteamericana.
El siglo XX ha sido una fábrica de símbolos para diferentes estados y continentes. Cada país tiene su figura infantil. Algunos incluso tienen varias. Bobby Fisher, Judy Garland, Shirley Temple, Joselito(no hay color), fueron personas usadas y utilizadas, por el bien de la moral de una patria que jamás se lo agradeció. Descansa en paz Bobby Fisher