Una de las palabras que más se repite es el poemario "Campos de Castilla" de D.Antonio Machado es tarde en sus variados y ricos significados. Uno de los adjetivos que define mi pequeña y triste vida es la palabra tarde..
Aprendí tarde a montar en bicicleta. A los 18 años, gracias a la inestimable y desinteresada ayuda de mi amigo Emilio Martínez Navarro. Aprendí a conducir tarde. A los 23 años, no sin muchas dificultades, aprendí a conducir. De hecho, algún amigo dice que ha aprendido a rezar conmigo al volante. Ahora a los 41 años estoy aprendiendo a nadar. Lenta, torpe y tardemente.
Escribí mi primer libro "Los días sin ti", tarde. A los 36 años de edad. No alcancé la anhelada y aburrida estabilidad laboral hasta los 34 años, después de navegar de derrota en derrota y tiro porque me toca.
Empecé a salir de marcha con los amigos tarde. También a los 18 años cuando hoy día los chavales están aburridos de salir antes de los 14..
La primera flecha correspondida que me asignó Cupido no visitó mi casa hasta los 25 años. Una fecha que para muchos, sin duda, creerán tardía, cuando a estas alturas de la vida piensan que han saboreado muchos néctares y estiman que son maestros en la escuela del amor y la seducción.
Veo que los proyectos vitales que desean alimentar mi herido corazón vendrán tarde a mi vida, cuando el horizonte de la juventud dichosa y despreocupada declina para siempre y el fantasma de las historias por venir es un valle incierto que ahoga mis expectativas.
No soy un hombre convencional. Mi compañera Rocío dice que soy un tipo peculiar. He intentado ser un hombre monótono, rutinario y por qué no decirlo, un punto mediocre...pero no me sale.
Ahora sé que la mayoría de los proyectos que buscan hombres y mujeres, quizás en mi caso nunca lleguen a puerto y mi vida transcurra en las galerías del lobo estepario que mira extrañado el espejo que refleja su imagen multiplicada. TAmbién tarde me di cuenta de esta nebulosa realidad..
Intento aferrarme a las cosas que alimentan mi alma (the soul), intentando no despertar sospechas en este mundo y esta sociedad que entre todos estamos pudriendo. A partir de ahora, voy a tratar de ser más auténtico, más yo mismo y menos nosotros, vosotros o ellos.
También lo he descubierto tarde. Pero esto me da igual si el Supremo Hacedor (en quien uno cree con fe diminuta) hace el favor de otorgarme un cheque en blanco para que llegue otra vez tarde a las cosas que aún espero tengan que venir.
De "Diario de un tipo intrascendente"
Este texto de de mi amigo Francisco Gómez que me ha dado el permiso generoso para que lo cuelgue.